Que hago dígame con la clemencia
cuando provoca mis deshonestos antojos,despertando al ser que proclama
corrompa sus miedos y explote sus sueños.
Ahora que las ansias, la inquietud, el deseo
se revuelan entre las sabanas del sueño
condicionando la moral y el miedo.
Cuando la voluntad de hacer lo correcto
se ve adulterada por nuestro momento
y el absurdo anhelo de tomarla
busca mutarse en la realidad.
Anhelo de despojo de toda rutina,
arrancando cadenas morales
que amarran la libertad.Anhelo de tomarnos, saciando
revueltos y oscuros sentimientos.
que irradian pasión al instante
de nuestra cercanía.
De tenerte, tomarte, besarte,
de inundar con emoción el aire,
de sentirte mía al mirarte.
Y saborear tus besos
como el último fruto
...que pude robarme.