sábado, 18 de diciembre de 2010

Mas que una obsesión


Que hago dígame con la clemencia
cuando provoca mis deshonestos antojos,
despertando al ser que proclama
corrompa sus miedos y explote sus sueños.

Ahora que las ansias, la inquietud, el deseo
se revuelan entre las sabanas del sueño
condicionando la moral y el miedo.

Cuando la voluntad de hacer lo correcto
se ve adulterada por nuestro momento
y el absurdo anhelo de tomarla
busca mutarse en la realidad.

Anhelo de despojo de toda rutina,
arrancando cadenas morales
que amarran la libertad.

Anhelo de tomarnos, saciando
revueltos y oscuros sentimientos.
que irradian pasión al instante
de nuestra cercanía.

De tenerte, tomarte, besarte,
de inundar con emoción el aire,
de sentirte mía al mirarte.

Y saborear tus besos
como el último fruto
                             ...que pude robarme.

No hay comentarios: