martes, 6 de septiembre de 2011

Ese amor que escondes


Ese amor que escondes
entre las manos dolidas
de aguantar la presión de tenerlo
para no dejar que viva más.

Ese dolor que te reprochas
del pasado que no acabas de pisar nunca
que se esparce en los sinfines de tu incertidumbre
del que crees me voy acostumbrar.

Se inunda tu alma de emoción retenida
por el presente en el que no vives;
que no te deja vivir el sueño nostálgico
de ése que siempre quisiste.

Ahora que te encuentras tan triste
llevo un pedazo de alma entre mis manos
para complacer quizás un poco
lo que vos y yo soñamos.

Quiero darte este silencio
para convertirlo en algo más.
Quiero salir de este misterio
que ya no entiendo ni me deja pensar.
Quiero darte esto, y no sé si lo quiero ya
Esto que se metió en mi cuerpo y jamás pude sacar.

Cuando no basta la ausencia para el olvido


No llegan más que ilusiones
cuando por fin te acercas y me miras
y me quedo en esa mirada
tan inmensamente perdida.

Eres capaz de cambiar el rumbo
del velero de mi vida
y no me importa el destino
si comparto tu camino.

En el inmenso fuego de pasión
que quema tan dentro
no puedo más que, absurdamente,
intentar evitar ilusionarme... para luego perderme.

Revoluciones por hora de pensamientos
que me envuelven en la ansiedad.
Agazapado para salir a buscarte
y otra vez, cansado, me resigno a  esperar.

Y así me sumerjo en sueños
para no volver a salir jamás
Y voy creyendo tontamente
que en tu ausencia
                             Te olvido más.