lunes, 21 de junio de 2010

A vos que me enseñaste a volar



Cuando me hablas el sol brilla de entre la nubes
y cegado ante tanta belleza solo puedo oírte.
Mientras, tu dulzura y tu amor
colman de felicidad a mi alma.

Cuando el silencio absurdo se oculta,
surge tu voz que me da calma.
De entre tus brazos levanto la mirada
y te observo sin que tu sepas nada.

Que dulce encanto abrir los ojos
y que tu me tomaras.
Que hermoso crecer a tu lado
y que tu me cuidaras.

No tenía mas que tus manos
para aferrarme a la vida
cuando hacia el vacío infinito
tristemente me lanzaba.

Me proteges del viento y del frío
que hielan mi sangre cuando llega la nostalgia,
y al fin cuando todo acaba
curas mis heridas con esperanzas.

Tu presencia basta para sentirme vivo
y para saber que contigo el olvido no existe.
Siempre estarás viva en mi recuerdo
y eternamente presente en mi corazón.

Tanto fue lo que me diste,
me ayudaste a volar,
que es ahora que presiento
que jamás te dejare de amar.

Gracias mamá!

1 comentario:

Unknown dijo...

muy buena poesia hermano, segui escribiendo asi, ojala algun dia puedas vivir de esto que es algo que te gusta mucho,
un abrazo