lunes, 20 de febrero de 2012

Mi nueva casa


Arrebaté de tus labios los besos
y recorrí tu cuerpo con la demencia
de un hombre que busca el sustento
que sacie la sed de su alma.


Corrompí tu valor con mis plegarias
y fuiste tan débil
que me lancé sobre tu corazón
comiendo poco a poco tus entrañas.


Y con el miedo de un niño,
en medio de la noche y en la tormenta;
cerré mis ojos y resistí
rogando que nada me tocara.


Aplacaste mi delirio con tu calma.
Arrodillaste frente a ti a mi arrogancia.
Y completamente sumiso a tus encantos
comprendí que ya no podría escaparme.


Y por largos ratos corriendo entre las yedras
que ocultaban la salida; la buscaba.
Corriendo de mi mismo o de nada
por el miedo de vivir o de llenar mi vacío con la esperanza.


Y la ilusión me atrapo y pensé en mi alma
tan frágil y sensible.
Atrapada.
El amor se sumo y confundí al miedo
con pasión y confianza.


Ahora vivo aquí en mi nueva casa.
Ahora estas conmigo para cuidarla.

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