miércoles, 22 de febrero de 2012

Quien quiera oír que oiga


Quien quiera oír que oiga
pues mi corazón esta dispuesto a gritar
pues su sordera me acongoja
y avergüenza mi sentir.

Esa ingrata que me ata
a sus encantos de mujer
despoja con su silencio
pocas veces mi querer.

Y si no me ama que importa
si por amar me perderé
en el sinfín de los sueños
y soñando moriré.

La ilusión y la esperanza
reviven al volver
a la mirada que me lleva
en su tímido querer.

Y si sus miedos me acobardan
y agoniza el corazón
que atraviesa con el frio
de su falta de emoción.

Que me importa que no oiga
lo que mi alma le susurra
que me importa si la quiero
y queriendo soñare.

Mi pasión que se alimenta
y la esperanza se agiganta
cuando su mirada picara sonríe
y le robo un beso a esa mujer.

Y toda la tortura de quererla
se convierte en mi placer
porque por amor me pierdo
y ya no puedo volver.

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